Tu llegada a la Plaza de San Francisco de Asís te brindará la estupenda vista de un gran emplazamiento rodeado por edificios antiguos, restaurantes con mesas al aire libre, la Iglesia y Convento de San Francisco de Asís, y otros muchas obras arquitectónicas que sobresalen entre alegres locales y vegetación cuidadosamente arreglada.
La Plaza de San Francisco de Asís es una de las cuatro plazas principales de las que parten calles y edificios de La Habana Vieja.
Fue construida en el año 1628 para estar cerca de la bahía. De hecho, el lugar donde se ubica ahora era antes mar, y no existía terreno estable para establecerla. Sin embargo, a partir de una caleta cercana del lugar, se construyó un desembarcadero que congregaría diferentes actividades sociales hacia el final del siglo XVI. Después, conforme crecían esas actividades cerca de la caleta, se fueron edificando una aduana, una cárcel y el convento franciscano actual. Finalmente, se ganó el suficiente terreno para trazar la plaza.
Con el paso de los años, la plaza fue experimentando cambios entre los que destacan la calzada adoquinada irregular que sustituyó a la tierra, la instalación de la Fuente de los Leones, distinta a la famosa de Granada, pero de bello mármol blanco y diseño italiano, y el Caballero de París, una estatua de bronce de creación más reciente que simboliza a un personaje de identidad desconocida que hablaba con los transeúntes durante la década de 1950. La escultura fue creada por José María López Lledín y fue trasladada a la acera del Convento de San Francisco de Asís.
También son especialmente interesantes la Lonja del Comercio y la Terminal de cruceros Sierra Maestra, desde la que llegan y parten los cruceros turísticos que enriquecen a Cuba. Son edificios de fuerte matiz cultural, además de representar una exquisita arquitectura cubana.
La importancia de la Plaza de San Francisco de Asís es aún notoria, con ese fuerte matiz marítimo, pero además como punto comercial y social. En ella podrás quizás ver algunas actividades y eventos que contribuyen a la cultura y el patrimonio de la plaza y la ciudad.
Y una vez que termines de recorrerla, puedes desplazarte a otros lugares de interés que están cerca, como la misma Iglesia y convento de San Francisco de Asís, en cuyo interior se encuentra el Museo de Arte Sacro. También podrás pasar por el Museo del Ron de exposición e historia notables, el Coche Mambí, cuyo nombre puede engañar a primera vista, pues se trata de un vagón de ferrocarril estadounidense del siglo XX, y el Museo Casa Alejandro de Humboldt, del destacado científico alemán que se asentó en Cuba.
Mapa Interactivo:
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